La leyenda iroquesa de Las Tres Hermanas es mucho más que un relato; es una enseñanza ancestral sobre la armonía entre la naturaleza y la nutrición. Según esta tradición, el maíz, los frijoles y la calabaza no solo crecen mejor juntos, sino que también forman un trío perfecto desde el punto de vista nutricional. Esta combinación ha sido la base de la alimentación de los pueblos indígenas de América del Norte durante siglos, ofreciendo una mezcla equilibrada de carbohidratos, proteínas y vitaminas esenciales.
El cultivo de Las Tres Hermanas es un ejemplo brillante de permacultura natural. El maíz, la hermana mayor, se planta primero y proporciona soporte a los frijoles, que trepan por sus tallos. Los frijoles, a su vez, fijan nitrógeno en el suelo, mejorando su fertilidad para el siguiente ciclo de siembra. Finalmente, la calabaza cubre el suelo con sus grandes hojas, reteniendo la humedad y evitando el crecimiento de malas hierbas. Este sistema de cultivo es una metáfora perfecta de la cooperación y el equilibrio ecológico.
En la gastronomía, Las Tres Hermanas han inspirado innumerables recetas a lo largo de los siglos. Desde sopas hasta guisos y tortillas, esta combinación se ha mantenido como un pilar en la cocina de diversas culturas. Y ahora, este legado también se traduce en una deliciosa y crujiente cracker que rinde homenaje a su historia.
Crackers de Las Tres Hermanas en «Vuelta al Mundo en 80 Galletas Saludables»
En mi libro «Vuelta al Mundo en 80 Galletas Saludables», he creado una receta de cracker inspirada en esta legendaria combinación de ingredientes. Cada bocado captura la esencia de la tradición indígena, utilizando maíz, frijoles y calabaza en una versión nutritiva y deliciosa. Si te apasionan los sabores ancestrales y la cocina con historia, estos crackers son el snack perfecto para ti. ¡Descubre cómo la sabiduría de los antiguos pueblos puede deleitar tu paladar hoy!
Ingredientes
para 1000 g o para 10-15 personas
- 85 g semillas de lino enteras
- 85 g semillas de calabaza enteras
- 85 g semillas de girasol enteras
- 85 g semillas de sésamo enteras
- 85 g semillas de mostaza enteras (opcional)
- 40 g semillas de chía o amapola (opcional)
- 330 g agua
- 8 g Sal dentro de la masa
- 150 g aceite de oliva o girasol
- 350 g harina de frijol, maíz, garbanzo, lenteja
- 15 g sal para decorar
Ingredientes opcionales
- 8 g hierbas secas (tomillo, romero, orégano) para espolvorear junto o en vez de la sal.
Consejos
Importante: si eres deportista o estás en un programa de detección de drogas, no incluyas las semillas de amapola. Tienen un componente opiáceo que se detecta en sangre y orina.
Cómo se prepara
En un bol grande pon las semillas con el agua y deja reposar 1 h. Cuando las semillas hayan absorbido el agua, añade el resto de ingredientes en el mismo orden de la lista. Una vez mezclada la masa, colócala entre dos hojas de papel de horno, y aplana con el rodillo de cocina. Cuando el grosor alcance unos 2-4 mm, corta las galletas con un cuchillo. Espolvorea hierbas y sal por encima de las galletas antes de hornear. Salen unas 3 bandejas de galletas rectangulares.
Se guardan varios meses en un bote de cristal. Son galletas que ayudan a dormir. Puedes tomarlas con hummus de frijol, guacamole, o la salsa o paté que prefieras.
Tiempo de preparado: 90 minutos
Tiempo de horneado: 20-30 minutos hasta que se doren
Temperatura Horno: 180 ºC
