Gracias Gisela, te agradezco toda la información del curso. Me ha gustado mucho. Lo que me ha sorprendido es la capacidad que tiene mi estómago a acomodarse a los nuevos ingredientes. Todo muy bien, todo fantástico.

Gisela tiene las manos menudas y esponjosas, la mirada calma y la voz templada. Entre sus dedos, la taza de té parece flotar ingrávida. No me importaría ser la masa de sus galletas de rosa o de lavanda. Tampoco parece tener prisa. Ni venir de ningún lugar ni ir a ninguna parte. … La vibración en la que Gisela amasa, acaricia y hornea es puro estado de presencia.

Ha sido una experiencia muy interesante para mi.